Aunque a simple
vista los hoteles Four seasons, son sinónimo de elegancia, esto no significa
que sea lo que genere valor. Para su
fundador lo principal y fundamental es que los clientes reciban lo mejor, que
llenen sus expectativas, con calidad en el servicio.
Con el simple hecho
de recordar el nombre de un cliente cuando este vuelve al hotel, esto genera en
las personas lealtad a la marca,
generando a su vez el voz a voz y de esta manera aumentando
considerablemente los ingresos del hotel.
Es así como se
consolida su cultura organizacional, mediante la fuerza de trabajo, con
personal que sea capaz de resolver de manera inmediata los problemas que
presenten los huéspedes. Y esto se empezó
a implementar con una simple técnica por parte de los gerentes, quienes tienen
como método de gerencia el “Haga como yo hago” y no el “Haga lo que le digo”.
Pero para lograr instalar el nuevo chip dentro de sus gerentes, fue necesario, no solo prescindir de algunos
de ellos, sino implementar una actitud de servicio, basada en 4 valores
mutuos: respeto, justicia, honestidad y
confianza.
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