Debo empezar diciendo que pude haber escogido otro libro de los muchos
que vi sobre Comportamiento Organizacional, como por ejemplo: la Historia de
Google o Starbucks (por cierto, versiones bastante cortas). Pero baje la guardia cuando me mostraron “FOUR
SEASONS, Una historia empresarial 5 estrellas”, escrita por su
fundador, presidente y director ejecutivo.
Aunque cuenta con más de 300 páginas, me sentí totalmente atraída cuando
leí el texto en la contraportada, quise saber cómo alguien que no conocía del negocio
hotelero incursiono en él y esta decisión resultó ser una gran inversión.
Y digo que me llamó la atención, porque justamente la posibilidad de
iniciar un proyecto hotelero ha sido una idea latente que me interesaría
desarrollar, aunque me desanima pensar en lo poco que conozco de ese negocio. Pero ¿porqué un negocio hotelero?- Para
ponerlos en contexto, debo empezar por comentar que hace un poco más de dos
años junto con mi familia empezamos a trabajar en el sector de la construcción,
sin mayores conocimientos de éste negocio, pero con el firme propósito y con la
convicción de sacar adelante un proyecto de urbanización campestre, en una
franja de la finca que desde hace muchos años tiene mi familia en Zapatoca,
Santander. Este ha sido el sueño de mis
papás desde antes que yo tenga memoria, y ahora trabajamos juntos para hacerlo
realidad. Se trata de Quintas de Zapalonga, aunque todavía nos encontramos en
la fase inicial de proyecto, y es muy gratificante ver la acogida que ha
tenido, las ventas van muy bien, y aunque aún nos queda un largo camino por
recorrer, ha sido un aprendizaje enriquecedor en diferentes áreas, que van
desde el derecho laboral, tributario, pasando por temas de contabilidad, e incluso
de ingeniería.
Logo de nuestro primer proyecto.
Sabemos el potencial que tenemos en nuestras manos (nuestra finca) y por
eso queremos desarrollar otros proyectos de vivienda más adelante. Pero un día conversando con mi papá le propuse
que no sólo hiciéramos viviendas, o parceláramos parte de nuestra finca, sino
que pudiéramos destinar algunas de estas hectáreas para la construcción de un
hotel boutique. Aunque mi papá siempre es muy receptivo, y sé que la idea le
parece viable, por lo pronto la posibilidad de concretarla nos parece lejana. De manera que cuando me encontré con la
historia empresarial y de vida de Isadore Sharp, fundador de los hoteles Four
Seasons, me decidí a leerla, tal vez con la intención de encontrar algunos
lugares comunes que me impulsaran a concretar éste nuevo proyecto.
A medida que leía reafirmaba que no me había equivocado de libro.
Además, fue gratificante encontrar que algunos de los criterios que considero
determinantes para el desarrollo de
nuestro hotel son coincidentes con los que motivaron el desarrollo de los Four
Seasons: un lugar cómodo, enfocado en la tranquilidad y las necesidades de los huéspedes, con
empleados motivados. Claro está, con algunos factores diferenciadores, como: el
tamaño, y la infraestructura de nuestro hotel, que hemos pensado como un hotel
pequeño, auténtico, que exalte el ambiente colonial de Zapatoca, con atención
personalizada y con las comodidades de un hotel de cinco estrellas. Salvando estas diferencias con la cadena de
hoteles que inició el señor Sharp, creo que sus notas sobre su forma de gerenciar y su “Regla
de Oro”, donde el servicio es la clave, me permitirán -en definitiva- orientar
mi futuro proyecto hotelero en Zapatoca.